jueves, 10 de marzo de 2011

HASTA DONDE LLEGAN LAS REDES SOCIALES...

Lo que Dios ha unido que no lo separe Facebook

Abogados de EEUU utilizan las 'infidelidades' en las redes sociales como prueba

Javier (nombre ficticio) dejó a su pareja con la que convivía desde hacía nueve años después de contactar a través de Facebook con un antiguo amor de instituto. "Empezamos con una amistad, luego llegó el tonteo y al final cada uno dejó a sus respectivas parejas y hemos empezado una nueva relación", cuenta este filólogo.
Las redes sociales se han convertido en los últimos tiempos en una herramienta sencilla y rápida para conocer gente nueva, ligar y entablar nuevas relaciones o para retomar el contacto con antiguos amigos y amores. Pero en la otra cara de la moneda están las infidelidades y los descubrimientos de las mismas que, según un estudio realizado por la Academia Americana de Abogados Matrimoniales (AAML, en sus siglas inglesas), se utilizan como prueba en los procesos de divorcio de Estados Unidos.
"El día que publicó  'A mí tampoco me han hecho una mamada recién levantado', le eliminé"
La gran mayoría (un 81%) de los letrados norteamericanos especialistas en derecho matrimonial entre los que se realizó la encuesta del estudio afirmó que en los últimos cinco años utilizaron información de las redes sociales como evidencia en un juicio. Un 66% de los encuestados eligió Facebook, un 15% MySpace y un 5% Twitter.
"Cada cliente que he visto en los últimos seis meses tiene una página de Facebook y el primer consejo que les di fue que la cerraran inmediatamente", comentó el vicepresidente de la AAML, KenAltshuler, a The New York Post. Y es que la red fue su aliada para ganar varios casos. En uno de ellos, Altshuler representaba a una mujer que peleaba con su ex por la custodia de sus hijos. Él era alcohólico, pero juró ante el juez que llevaba meses sin beber. Un amigo suyo colgó una foto en la que estaba con una jarra de cerveza en cada mano y un porro en la boca. Con ello perdió toda credibilidad.
En España no hay que alegar motivos para divorciarse, por lo que "la situación de Estados Unidos no es equiparable aquí", concluye el jurista Francisco Fernández. Alicia Neira, del bufete de abogados de familia Lex5, también apunta que lo que interesa aquí "no es saber si ha habido infidelidad o no, sino los datos económicos, que aparecen en las redes sociales".
Si la pareja se insulta por la red, el divorcio puede acabar por la vía de lo penal
Sin embargo, las fotos y comentarios de los perfiles públicos pueden convertirse en un arma traicionera. "Antes se descubrían las infidelidades a través del correo o los mensajes del móvil. Ahora lo que se lleva es el muro de Facebook", opina Neira. Y, aunque eso no sea relevante en un juicio, si la expareja se dedica improperios a modo de despedida en sus perfiles, el divorcio puede acabar en un proceso penal, muy diferente al que se debate en el Derecho de Familia.
"Si es él el que insulta o amenaza a la mujer a través de internet, el caso se trasladaría a los juzgados de violencia de género", explica Neira. Si, por el contrario, es ella la que injuria a su exmarido, "el proceso también se llevaría a cabo por la vía de lo penal por injurias y calumnias", concreta la abogada. "Eso sí añade, siempre que el insulto sea visible públicamente o sea el denunciante quien lo ha recibido en su perfil de Facebook porque si no la prueba no sería admisible en un juzgado".
Aunque la separación no llegue a esos extremos judiciales ni se deba a una infidelidad promovida por la utilidad de las redes sociales, a veces estas se utilizan como arma arrojadiza para hacer daño a la otra persona.
"Mi divorcio fue pacífico porque nuestra relación estaba tan deteriorada que queríamos solucionarlo cuanto antes", relata María (nombre ficticio). "Pero de repente mi expareja empezó a poner cosas en Twitter que hacían alusión al resentimiento propio de un divorcio y me sentí muy mal", cuenta. "El día que publicó en el Twitter 'A mí tampoco me han hecho una mamada recién levantado', le eliminé y ya no he vuelto a buscar sus publicaciones", concluye.

No hay comentarios:

Publicar un comentario